Sostenibilidad
De acuerdo al Informe de Bruntland (1987) el “desarrollo sostenible” consiste en “el desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Para lograr esto, es necesario encontrar un equilibrio en el ámbito social, ambiental y económico, en un ambiente de paz y con la participación conjunta entre agentes gubernamentales, el Sector privado y agrupaciones de la sociedad civil.
Para hacer realidad este propósito, los líderes de los países miembros de Naciones Unidas establecieron, en primera instancia, los Objetivos del Milenio (ODM) buscando el equilibrio entre los aspectos ambientales, sociales y económicos de las naciones, con proyección al 2015. En vista de los resultados alcanzados hasta el 2015, las brechas sin cerrar y las nuevas necesidades, se establece una nueva agenda (con proyección al 2030) generando los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como fruto de amplias negociaciones con la participación de múltiples actores procedentes de un gran número de sectores (gubernamental, empresarial, comercial, tercer sector, entre otros). El esfuerzo por avanzar hacia el logro de estos objetivos convoca a todos los grupos de interés a sumarse a la causa siendo promotores y actores de una conducta responsable. Sin embargo, luego de 5 años de haberse establecido este nuevo marco y las bases del mismo, se presentan retos cada vez más complejos ante un mundo acelerado y desigual.
De acuerdo al Informe de Riesgos Globales 2021(1) del Foro Económico Mundial #WEF (por sus siglas en inglés), las preocupaciones sobre los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza han aumentado exponencialmente en la última década. La falta de acción sobre el cambio climático, tanto en impacto como en probabilidad, seguido de las enfermedades infecciosas y su efecto dominó en el empleo y los medios de vida, así como la desigualdad en habilidades digitales, marcan la pauta sobre los principales desafíos a nivel global.
Particularmente, para este último año, la necesidad de tomar acción de forma urgente frente a una crisis sanitaria que produce a su vez efectos colaterales que retrasan en gran medida el impulso y ritmo ya generado para avanzar en el desarrollo sostenible, y rescatar nuevamente ese equilibrio se vuelve complejo. La incertidumbre es sin duda el factor fijo y común de todos los escenarios y bajo esta premisa nos encontramos con más preguntas que respuestas. A la vista resaltan las siguientes preguntas en común:
¿Frente a los desafíos de La #COVID-19, todos los países comprometidos con los ODS serán capaces de reforzar la apuesta por el Desarrollo Sostenible; o se relajarán los esfuerzos hasta ahora invertidos sobre los logros alcanzados? ¿Seguirá siendo la Agenda 2030 el marco de referencia hacia el desarrollo sostenible, o se establecerá un #nuevoorden?
A pesar de que aún existan datos inciertos que puedan determinar los efectos esperados del COVID-19, en el largo plazo, todo apunta a que la #sostenibilidad se posicionará como uno de los pilares de la recuperación para asegurar una mayor resiliencia en el futuro. Y entre los focos de atención están, para el ámbito social: la seguridad, el bienestar, trabajo digno (condiciones laborales dignas en toda la cadena de suministro) y nuevas habilidades para el empleo; en el ámbito ambiental: el cambio climático, la #economía circular, ciudades resilientes y la biodiversidad; y en el ámbito de buen gobierno: la transparencia, ética y la integridad.
De acuerdo a fuentes de Organismos internacionales que dan seguimiento al cierre de las brechas identificadas para el logro de los ODS, los #DerechosHumanos se convierten en el centro y foco como eje vector de todas las políticas, normas y marcos de referencia en materia de Desarrollo Sostenible, pues es más que evidente que el efecto #COVID-19 ha incrementado las desigualdades principalmente desde los ámbitos económico-sociales, de género, edad y racial. Este incremento deberá ser afrontado desde un enfoque de derechos humanos en todos los sectores, tanto desde la administración pública , como por el sector privado, a través de campañas de sensibilización y formación , así como en la disposición de herramientas que faciliten la medición, evaluación e implementación de modelos que permitan garantizar la contribución y el avance hacia la metas del Desarrollo Sostenible.
De cara a las Tendencias en el comportamiento del consumidor, de acuerdo al informe publicado por la empresa de investigación de mercado global Euromonitor International, “10 principales tendencias globales de consumo para el 2021” , los consumidores esperan iniciativas impulsadas por un propósito que respalden el triple resultado: personas, planeta y prosperidad (Reconstruyendo para mejor). Casi el 70 % de las empresas, emprendedores, organizaciones e instituciones espera que los consumidores estén más preocupados por la sostenibilidad que antes de la COVID-19.
Según la revista europea virtual Diario Responsable , “la demanda de inversiones sostenibles se aceleró rápidamente en 2020, con más de $325 mil millones destinados a inversión en activos sostenibles, lo que representa un incremento del 97% con respecto al mismo período del año anterior”. Esto significa que atraer esta inversión requiere un compromiso firme y real de las empresas en actuar, medir y reportar en materia de impacto social y medioambiental de sus inversiones.
Comunidad de Líderes con propósito – Green Project Managers
Para hacer frente a estos desafíos, la Gestión de Proyectos como disciplina, se adapta de manera única y apropiada, sin embargo, no basta sólo con dominar las habilidades ya conocidas para la Gestión de Proyectos; es necesario desarrollar un pensamiento holístico, y nuevas habilidades con foco en un propósito de contribución social , ambiental y de prosperidad (ética, justicia, de buen gobierno), lo que obliga a las empresas, organizaciones, instituciones, sociedad civil en general, a incorporar como parte de sus equipos de trabajo, #profesionales que compartan la preocupación por un mundo más #sostenible y que cuenten con las debidas competencias para afrontar estos retos. De acuerdo a la publicación de CORRESPONSABLE (empresa de Comunicación Iberoamericana de Responsabilidad Social) la demanda en las empresas de profesionales con competencias para liderar estos cambios con perspectivas sostenibles y de valor compartido está creciendo, por lo que es evidente que serán estos profesionales los que tomen parte principal en los modelos de negocio de las empresas, instituciones, organizaciones para asegurar una Sociedad próspera de manera sostenida. La Gestión de Proyectos Sostenibles (#greenprojectmanagement) es la nueva frontera para que los Project Managers puedan enfrentar estos desafíos, y se basa en la metodología PRISM – Project Integrating Sustainable Methods (fundamentada en las mejores prácticas y estándares internacionales como ISO 21500, ISO 14000, ISO 9001, ISO 50000 e ISO 26000) y en el estándar P5.
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(1)Fuente: https://es.weforum.org/reports/the-global-risks-report-2021